sábado, 4 de octubre de 2008

ORGANIZACIÓN EN PUNTO DE VENTA: TIENDA DE BARRIO Vs MINIMARKET (DROGUERÍA)

Cuando nos sumergimos al interior de una tienda de barrio, inmediatamente nos transportamos por el tiempo hasta llegar a nuestra dulce niñez; marcada por la sencillez de aquellas tiendecitas que hacían parte de uno de los costados de la casa de una familia trabajadora conocida por generaciones, por toda la cuadra, los vecinos y sus alrededores. Aquellos espacios cargados de un indiscutible aroma autóctono y una irreverente pero pintoresca decoración folclórica nos vieron crecer y aún están intactos no sólo en nuestra memoria sino también en la actualidad.
Al entrar nos encontramos con los legendarios afiches; coca cola, galletas, carolina cruz en ropa de calle o en su defecto en vestido de baño, pegados estratégicamente para esconder las imperfecciones de la pared o sencillamente para tapar los residuos de cinta de los anteriores afiches. Un mostrador tipo barra artesanal y heredado de hace mucho tiempo sostiene una antigua caja registradora, unas cuantas bomboneras curtidas por el tiempo y un arreglo de flores que de alguna manera le da vida al sitio. Podemos observar recipientes de otras marcas reutilizados para guardar dulces de forma individual. (Por ejemplo Chocolate LUKER guardando motitas, etc.)
Al fondo de la barra Hay unos grandes barrotes metálicos en forma de stands, que disimulan las originales paredes de cartón y que exhiben una variada gama de marcas y productos. Aceite, Golpe, Kellogs, atún, café, Milo, chocolate, Biocros, Té Hindú, Frutiño y una que otra botella de cherriñol o vino espumoso; todos en un intento de organización improvisada. 
De igual forma vemos en las columnas frontales unas pequeñas gancheras que sostienen productos como sal de frutas lua, Maggi, naranya, Fruco, etc. y no podría faltar el letrero del momento: “No fio, traiga $”
En otro costado encontramos sobres de shampoo sueltos, gancheras con súper Glue, encendedores, un rollo de papel higiénico, una caja de Dolex abierta, un tarro de gel junto a un celular que se esta cargando y un pequeño radio desconectado que nunca se supo si también estaba para la venta. 
Los móviles no pueden faltar; cartón e inflables son los materiales predominantes al igual que marcas como Rica y Frito Lay. De igual manera, vemos almanaques de Coca cola como relojes de Póker y piel roja.
Las vitrinas se encuentran un poco degradadas y almacenan todo tipo de productos; tanto de aseo personal como golosinas y alimentos.
La presencia de productos como papelería, pilas, etc. Nos muestran la función de miscelánea que también cumple el establecimiento.


     
 
Ahora, salimos de tan familiares establecimientos para entrar en un pequeño protocolo de organización un poco más estratégica y mercantil con algo de influencia como asesoría profesional en distribución P.O.P. (Minimarket – Droguería)
Nos encontramos de entrada con una buena iluminación como sentido estético. Diferentes cenefas sirven de convenciones para orientar la organización y distribución de los productos, los cuales muestran un buen intento de organización especializada; por categoría, tamaño, color, etc.
Las góndolas donde se encuentran los productos se ven modernas, cuidadas y algunas cuentan con los precios de cada producto. Las vitrinas, los cristales y el piso en general están aseados y brillantes. La caja registradora se ve moderna y la mayor parte de la publicidad que encontramos es de medicamentos; dolex, Cmyk, etc y no se plasma en afiches sino en las mismas estructuras del panel yeso, algo un poco más elaborado. De igual forma vemos algunas gancheras que sostienen algunos productos.
En comparación con los dos establecimientos, vemos que a pesar de que ambos están vendiendo productos que satisfacen unos deseos de unas necesidades ya existentes, cada uno tiene su propio estilo. Por su parte la tienda de barrio es una microempresa familiar mucho más pequeña y con un desarrollo empírico. Por lo general estas tiendas no cuentan con una asesoría estratégica de ámbito profesional, para la organización y distribución de sus productos en el punto de venta al interior del establecimiento. Son negocios manejados por el propio dueño el cual toma decisiones directas e inmediatas; como facilidades de pago, créditos, “ñapas” y promociones en algunos casos.
La decoración de las tiendas en su gran mayoría hacen parte de los gustos del dueño y complementan la estética de la misma casa, manifestada en el contexto cultural de la familia.  
Por otra parte, la gran variedad y acumulación de productos publicitarios como móviles, relojes, gancheras, afiches, etc. hacen parte de suvenires y obsequios que ofrecen los principales proveedores del establecimiento y que enorgullecen a los pequeños empresarios.
A pesar de que generalmente en la mayoría de los casos, las diferentes tiendas de barrio tienen utilidades sobresalientes, debido a su ubicación, clientela y la poca inversión en infraestructura; sería muy positivo y beneficioso la implementación de algunas estrategias de organización, aseo, decoración y promoción en el punto de venta. Pues de esta manera podrían obtener un plus diferencial con respecto a la competencia (si la hay) y de igual forma, expandirse y aumentar el negocio obteniendo mucho más reconocimiento por la clientela así como la incrementación de sus utilidades.


Por su parte, los Minimarkets – Droguerías, en su gran mayoría ya son medianas empresas que cuentan con franquicias y/o otras sucursales administrados por un personal más numeroso que siguen normas y necesariamente no toman decisiones arbitrarias y directas; como por ejemplo fiar, dar ñapas o permitir créditos. Son establecimientos que cuentan con asesoría estratégica para la distribución, organización, promoción, y estética al interior del punto de venta. Ya no se venden tantos productos al menudeo como en las tiendas de barrios sino en unidades complejas o cantidades numerosas.
Hay ya un sentido estratégico y psicológico de la posición de los productos, la organización etc. 

Para finalizar, creo que el realizar comparaciones de organización y distribución de productos y marcas en diferentes superficies (pequeñas, grandes, medianas, etc.) en cuanto al punto de venta, permite una visión mucho más amplia y critica frente al tema.
De igual forma, considero que aún hay mucho campo por explorar con respecto a las estrategias no solo de merchandising sino de publicidad y distribución P.O.P. Se sigue evidenciando ideas muy básicas y tradicionales. 
Creo que el reto es no sólo de los publicistas y estrategas sino también de los mismos comerciantes y empresarios (tenderos, etc.) involucrarse en intercambios estratégicos que permitan explorar lo inexplorado, logrando mejores relaciones cliente – marca. Hay que salirse de esos falsos paradigmas y no pensarque sólo las grandes empresas y multinacionales le pueden apostar a este tipo de estrategias, es cuestión de actitud y tener buenas ideas.


1 comentario:

Coalicion Internacional de Activistas en Tratamiento dijo...

Bueno quiro comenzar comentando que es muy interesante la reflexiòn general que aborda tu texto y cada una de las imágenes selecciondas para ser expuestas durante el recorrido general del blog.
La reflexìón final es muy valiosa, pues es nuevamente claro con los aportes que haces que la responsabilidad de la comercialzación esta en las manos de todos los que en algún momento necesitan comunicar: fabricantes, comerciantes, publicistas, mercadológos, vendedores, etc.
Diana